Creando una cultura de aprendizaje organizacional en Arcus

Un foro de aprendizaje sobre el especismo organizado por Arcus.

Un foro de aprendizaje sobre el especismo organizado por Arcus.


El método estratégico de Arcus para lograr un cambio en el mundo ha hecho mucho énfasis en la necesidad de mejorar continuamente, para que la financiamiento y la participación en el campo se hagan de manera responsable y tengan un impacto real. En Arcus, como en la mayoría de organizaciones, sabemos que aprender de los éxitos y fracasos y luego aplicar dichos aprendizajes al trabajo, parece mucho más fácil de lo que es. Necesitábamos un método sistemático de aprendizaje, con objetivos concretos y procesos consistentes que lo respalden. Como resultado, implementamos una iniciativa formal para integrar y fortalecer el aprendizaje organizacional en toda la fundación y así establecer una cultura de aprendizaje sostenible.
Aquí, Lia Parifax, directora de iniciativas ejecutivas, hace aquí una reflexión sobre lo que significa el aprendizaje organizacional para Arcus, cómo Arcus creó un método de aprendizaje holístico para toda la fundación, y por qué esperamos que ese método fortalezca nuestro impacto y la responsabilidad que tenemos con las copartes.
Arcus define el aprendizaje organizacional como “el proceso estratégico de identificar, analizar y usar información importante para mejorar nuestros conocimientos y comportamientos, lo que nos permite lograr un impacto y cumplir efectivamente nuestra labor”. Para ponerlo en pocas palabras: si incorporamos lo que aprendemos, mejoramos en lo que hacemos. Sin embargo, aprender es un proceso complejo, que muchas veces se da implícitamente o se ignora.
- Cultura de aprendizaje
- Seguimiento y evaluación
- Gestión del conocimiento
Es importante resaltar que estos pilares no se excluyen entre sí, sino que son el motor de un ciclo de aprendizaje en el que los equipos fijan un propósito antes de la acción, plantean hipótesis respecto a los métodos más efectivos, ejecutan planes, documentan lo aprendido a partir de los resultados, y aplican dichos conocimientos en el siguiente proyecto. En Arcus queremos que ese ciclo ocurra en todos los niveles y se use para todo lo relacionado con la toma de decisiones, partiendo desde las actividades y tareas diarias (por ejemplo, analizar una conversación con una organización coparte y lo que de ahí se aprendió para el futuro), hasta el nivel más alto de desarrollo y mejora de estrategias (por ejemplo, cómo nuestras subvenciones pueden influir con éxito en los comportamientos y las actitudes humanas).
Para llevar a cabo este trabajo, definimos objetivos en un plazo de cinco años y planteamos resultados anuales para cada pilar sin dejar de lado la interconectividad entre ambos, que es fundamental. En los tres pilares hemos perfeccionado habilidades y adoptado prácticas y rutinas que se han integrado a nuestra forma de trabajar. Por ejemplo:
- Habitualmente, nuestros equipos hacen revisiones previas y posteriores a la acción. Ahí se realiza una planeación estructurada y se discuten los detalles sobre qué se necesitará para tener éxito y cuáles variables marcan las fortalezas y limitaciones de un proyecto.
- Implementamos preguntas de aprendizaje en nuestros planes de trabajo anuales para que nuestras prioridades de aprendizaje precedan y alimenten de información a nuestros planes de acción. Hacemos explícita la cronología y la secuencia de nuestro aprendizaje para poder aplicar los nuevos conocimientos a nuestros planes.
- Los equipos de cada programa elaboran agendas de aprendizaje para visitar un sitio de una organización coparte. Estas agendas ayudan a aclarar el propósito de la visita de Arcus a una organización coparte, y plantean qué experiencias y conversaciones se deberían buscar en su sitio. Esto se lleva a cabo para abordar así las brechas de conocimiento y fijar prioridades. También nos ayuda a mantener nuestros valores de inclusión y equidad, y a ser respetuosos con el tiempo y los recursos de nuestra organización coparte en sus instalaciones.
- Invitamos a nuestras organizaciones copartes y a otras organizaciones financiadoras a participar en el aprendizaje compartido. Desde lo que es necesario para crear capacidad hasta lo que aprendimos de errores del pasado, nuestros equipos encuentran problemas complejos que afectan nuestro trabajo y hacen que los conocimientos sean explícitos dentro de las comunidades y a través de asociaciones clave.
- Tanto el programa de Grandes Simios y Gibones como el de Justicia Social, junto con las funciones de apoyo de Arcus, evalúan el impacto y rendimiento de su labor y las suposiciones que respaldan sus estrategias; esto incluye la percepción de copartes como indicador de metas de rendimiento específicas.
- Arcus también ha invertido en garantizar que el conocimiento (y los datos y la información que lo hacen posible) se pueda recolectar, almacenar, acceder, y compartir interna y externamente. Hemos capacitado al personal en cuanto a qué conocimiento es necesario, que sea potencialmente útil para Arcus, y cómo se debe recolectar, almacenar y difundir.
A medida que la fundación entra en su tercera década en medio de una profunda volatilidad externa y amenazas a su misión, el beneficio más valioso de un aprendizaje consciente y rutinario es la sabiduría: una visión integral del conocimiento acumulado y sintetizado a lo largo del tiempo. Esa visión se logra través del trabajo preliminar que Arcus ha establecido hasta la fecha, pero debemos ser capaces siempre de abarcar toda la extensión y densidad de conocimientos necesarios para una adaptación bien informada y una calibración estratégica.
Nuestra misión nos posiciona en muchos sectores y disciplinas, con complejidades y oportunidades que se complementan. Estamos comprometidos a aprender con humildad y curiosidad de nuestro propio trabajo y el de otros, y a contribuir con nuestra porción de sabiduría cuando y donde sea posible.